Tax Ballesteros

Empresa creada en 1.950 por Rubén Ballesteros Bedoya y su señora esposa María Pastora Bedoya de Ballesteros, quien tuvo nueve hijos, entre ellos 5 mujeres y 4 hombres.

Tax Ballesteros nace en el parque del Barrio la Floresta -Medellín- bajo los gigantes árboles del parque que lleva el mismo nombre del barrio, 
con un vehículo, propiedad de su fundador, el cual era conducido por el mismo; algunas de las utilidades del vehiculo era: llevar el enfermo a comprar en la farmacia los medicamentos, trasportar a las matronas del barrio con sus mercados y porteriormente las ayudaba a cargar los canastos e incluso les abría la puerta.

En aquella época don Rubén se dió el lujo de tener tres casetas o Kioskos de taxis, así: uno en el barrio La Floresta, otra en el Barrio Antioquia (hoy llamado Barrio Trinidad) y una tercera en la placita de Flores (Barrio Bostón), en esta última no era raro ver a los flamantes DODGE DART de la época cargados de flores traídas de Santa Elena.

Fue una empresa pujante que enfrentó los mas complicados retos del siglo XXI, pero en esencia fue la misma entidad y estilo familiar con que don Rubén soñara estando en vida.   El quería una empresa para que sus hijos -numerosos como las familias antiguas-, tuvieran donde trabajar y así servirle a la comunidad... y es que las empresas como la de don Rubén, eran de esa visión de servicio y gallardía para el servicio a la comunidad.  En aquel entonces Medellín era mas "sano" y amable, no había  tanta violencia.

La flota Tax Ballesteros 
cumpliendo con todas las exigencias de los decretos 172 y 176, es habilitada por la Secretaria de Transporte y Tránsito de Medellín, mediante resolución No 003 de 2003 (enero 03).

Bajo estos parámetros Tax Ballesteros tiene la visión de mantenerse en un lugar de privilegio dentro del gremio transportador, de servicio a la comunidad y de sus afiliados bajo el lema: "PROGRESAMOS PARA SERVIRLES MEJOR". 

Don Rubén muere en el 2.000, año en el cual la empresa contaba con  1.500 taxis afiliados.  Debido a esto, su hija Alba Lucía Ballesteros Bedoya asume el mando y gerencia, su hijo Camilo Ballesteros Bedoya se convierte en el abogado litigante y representante legal de la flota, y el resto de sus hijos demostraron mucho compromiso con la empresa. 

Ellos siguieron con el ejemplo de responsabilidad, huellas de humildad, fortaleza y ahínco que les dejo su padre.

Recordar a don Rubén es rendirle un homenaje en el día a día a su ejemplo, de que a pesar de pertenecer a una clase dirigente y tener muchos conocimientos, tenía sueños y más que capital, tenía esperanzas y mucho amor para quien compartía con él. 

La empresa termina en el 2009.

Historia contada por: Celina Isabel Hernández García

1 comentario:

  1. Eran 2 hijos más que Rubén no los quería porque fueron de su primera esposa y el la dejo por quedarse con la cuñada pastora.

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