Desarrollo futbolístico
del barrio La Floresta
En la década de 1950 el barrio La Floresta se
conocía como una fracción del barrio La América y este, a su vez, como
una fracción del barrio Belén, uno de los más antiguos de la ciudad de
Medellín. En dicha década el incipiente Barrio contaba con una población
muy pequeña y apenas iniciaba la construcción de algunas viviendas, sobre todo
en la calle 45 B aledaña a La Escuela Pichincha.
Los lotes para la construcción de las
viviendas fueron adquiridos en su mayoría por personas que laboraban en la
pujante industria textilera de Antioquia, en empresas como Tejicondor, Vicuña,
Tejidos Leticia, Fatelares y Fabricato, así como por otros que trabajaban en Jurime, fábrica de juguetes; se
desempeñaban en el magisterio o desarrollaban actividades agropecuarias y
artesanales.
El barrio La Floresta, debido a su desarrollo
arquitectónico inicial como fracción de La América, contaba con un porcentaje
muy alto de zonas verdes o mangas, denominadas así anteriormente; y dos
escuelas: La Pichincha para personal femenino y La Jorge Ortiz Rodríguez para
personal masculino.
En la actualidad la escuela Pichincha se
encuentra en la misma calle 45B y funciona en dos jornadas, por su parte, la
Escuela Jorge Ortiz Rodríguez cerró en 1988 y en el sitio que ocupaba está actualmente
La Biblioteca La Floresta.
Podemos
afirmar que la mayoría de los niños y niñas que crecieron en el Barrio y sus
cercanías entre 1950 y 1970 pasaron por las aulas de dichas escuelas.
Al principio, como es natural, La Floresta tenía
casi la casi totalidad de las calles y las carreras sin pavimentar, proceso que
solo se llevó a cabo entre los años 1958 a 1962. Para ese momento, en las
mangas más conocidas del Barrio y sectores aledaños, los niños y jóvenes
realizábamos todo tipo de juegos: fútbol, pelota envenenada, trompo, pirinola,
garrocha en la quebrada “La Hueso”, chumbimbas, bolas, guerra libertaria, entre otros.
Donde hoy funciona la Unidad Deportiva de La
Floresta quedaba lo que llamábamos “La Canchita”, tocada en las tangentes por
dos quebradas, una de ellas La Hueso. Dicho sector era una manga inmensa que
iniciaba en la Unidad y subía hasta la actual estación San Javier del Metro.
Contiguo a esta manga estaba la famosa
“Polvorería de Cañitas”, la cual explotó en varias ocasiones y la casa finca
grande de Pedrito, donde había un gran sembrado de caña brava que robábamos
para hacer cometas y elevarlas en el mes de enero desde todos los sectores
y mangas del barrio.
En aquella época casi todos los niños
estudiábamos en las escuelas reseñadas y en nuestros ratos libres o
fines de semana jugábamos en “La Canchita” y en la manga de lo que es hoy
el barrio Niza.
No había un licenciado en Deportes o en Educación
Física que nos indicara cómo realizar las prácticas deportivas, jugábamos
a la buena de Dios, pero surgieron de ellas jóvenes con un gran talento deportivo
que brillaron desde niños por ser figuras del ciclismo, básquetbol, ajedrez,
beisbol, atletismo, boxeo, levantamiento de pesas, montañismo, entre
otros… pues el jugador nace con el talento y con la técnica perfecciona su
habilidad.
Miremos algunos deportistas destacados
en el Fútbol:
La Liga de Fútbol de Antioquia organizaba
campeonatos interfábricas y los partidos se jugaban en algunas canchas de
Medellín, Itagüí, Envigado y Bello. Por señalar algunos ejemplos el equipo de
Sedeco se enfrentaba al equipo de Fabricato, así como el equipo de Tejicondor
jugaba contra el equipo de Fatelares; igualmente
la Liga de Fútbol organizaba el Campeonato interbarrios donde por ejemplo
jugaban el equipo del barrio La Floresta contra el equipo del barrio Naranjal,
el equipo del barrio Guayabal contra el equipo del barrio Fátima y así.
Al realizarse dichos torneos los entrenadores
de la Liga y otros dirigentes deportivos observaban con atención el desarrollo
de los diferentes partidos, tanto de los interbarriales como de los interfábricas,
y de ahí llamaban a los jugadores más sobresalientes
para integrar la selección juvenil de fútbol, la selección de mayores, o el
equipo de la B del Deportivo Independiente Medellín, el Atlético Nacional o
cualquier otro Club del país.
Descollaron en aquella época y llegaron al
fútbol profesional colombiano los siguientes deportistas:
1. Manuel Marín, quien vivió contiguo al
parque de La Floresta y jugó en el Atlético Nacional.
2. Orlando Maya “Mayita”, quien vivió
en la cuadra donde quedaba La Polvorería de Cañitas y jugó de defensa en el
Atlético Nacional. Actualmente vive y su profesión es ortopedista.
3. Uriel Cadavid, quien actualmente vive cerca
al barrio Los Alcázares e instruye diariamente a los niños interesados en la
práctica del fútbol en la cancha del Barrio.
4. Oscar López, quien vivió en pleno corazón
del barrio La Floresta, jugó en el profesionalismo del Atlético Nacional, fue
integrante en varias ocasiones de la Selección Colombiana de Fútbol y terminó
su etapa deportiva en el Deportivo Cali. Murió en la ciudad de Cali hace cinco
años aproximadamente.
5. Mario Agudelo, quien vivió en la misma
manzana donde vivió Oscar López, fue en
la década del 60 el primer futbolista en haber terminado el Bachillerato, es
considerado el mejor mediocampista del fútbol colombiano de todos los tiempos,
jugó en el Deportivo Independiente Medellín por varios años, integró en varias
ocasiones la Selección Colombiana de Fútbol y fue un señor dentro y fuera de
las canchas. Falleció el 2009 en Medellín y es recordado porque llenó de fútbol
bien jugado y bonito los ojos de quienes lo vimos jugar.
6. Julio “Chonto” Gaviria, quien vivió enseguida
de la casa de Oscar López, fue arquero de Nacional y Millonarios y es recordado
como uno de los mejores porteros que tuvo Colombia en la época del dorado. Su hijo
Edgar fue también un gran futbolista que jugó con el club de los Millonarios y
además estuvo con la Selección Colombia. Tuvo como entrenador al Doctor Gabriel
Ochoa Uribe.
7. Orlando Mesa, quien vivió en la
parte de atrás de la Escuela Pichincha, se inició como jugador de la Selección
Antioquia de Futbol, luego fue llamado para jugar en el Deportivo Cali, cuando
lo dirigía Salvador Bilardo; fue varias veces goleador del torneo Colombiano e
integró La Selección Colombia. Su familia aún vive en el sector.
8. Francisco Maturana vivió en el sector
conocido como “El Coco”, ubicado en la parte superior de la Iglesia Santa Rosa
de Lima; estudió Odontología, fue jugador del Once Caldas y entrenador y jugador
del Atlético Nacional y la Selección Colombia, roles en los que conquistó por
primera vez la soñada Copa Libertadores de América para un equipo Colombiano y
logró clasificar la Selección a dos Campeonatos Mundiales.
9. Hugo Gallego quien vivió en la Carrera 87,
cerca del CAI de Santa Lucía, fue un exitoso defensa central de varios equipos
como el Medellín y el Deportes Quindío, integró la Selección Colombia y fue
entrenador del Deportes Tolima.
10. Carlos Campillo, ex jugador del Nacional,
vivió a una cuadra de la Escuela Pichincha, cerca al Barrio Niza.
11. Bernardo “Cunda” Valencia vivió en el
Barrio La Floresta y se desempeñó como excelente jugador del Atlético Nacional
y luego del Deportivo Cali.
Fueron también extraordinarios futbolistas
profesionales: León Soto, un velocísimo puntero derecho que integró por varios
años la Selección Antioquia; Pedro Alzate, quien inexplicablemente no llegó al
profesionalismo y Hermeneguindo Saraz, que al decir de quienes lo vimos fue el
mejor jugador que tuvo La Floresta en todos sus tiempos.
Por todas estas razones han señalado los
conocedores del fútbol que el barrio La Floresta es el barrio de Colombia que
más y mejores jugadores le ha aportado al país
Reseña elaborada por: Fabio Casas
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